En la medicina estética, la innovación avanza de la mano de la ciencia. Hoy los boosters dérmicos se consolidan como herramientas indispensables para estimular la vitalidad celular, mejorar la calidad de la piel y lograr resultados naturales. Pero detrás de esa eficacia existe un actor silencioso que potencia todos estos procesos: el NAD⁺ (Nicotinamida Adenina Dinucleótido).
Este coenzima está presente en todas las células del cuerpo y participa en más de 400 reacciones bioquímicas. Su rol es tan crucial que se le considera un “combustible celular” indispensable para mantener los procesos de energía, reparación y longevidad celular. Con el paso del tiempo, los niveles de NAD⁺ disminuyen, lo que impacta directamente en la regeneración cutánea y en la respuesta de la piel a los tratamientos estéticos.
¿Qué funciones cumple el NAD⁺ en la piel?
- Producción de energía (ATP)
El NAD⁺ es un intermediario clave en la respiración celular. Sin él, las células no podrían generar ATP, la energía necesaria para procesos como la síntesis de colágeno, elastina y otras proteínas que mantienen la estructura de la dermis. - Reparación celular y longevidad
Este coenzima activa a las sirtuinas, enzimas que protegen al ADN del daño oxidativo y promueven la reparación celular. Al mantener las células más funcionales por más tiempo, contribuye a retrasar los signos visibles del envejecimiento. - Defensa frente al estrés oxidativo
El NAD⁺ interviene en los sistemas antioxidantes celulares, ayudando a la piel a resistir mejor la agresión de factores externos como la radiación UV y la contaminación. - Mejor respuesta a bioestimuladores
Al mantener la maquinaria celular activa, la piel con niveles adecuados de NAD⁺ responde de manera más eficiente a los tratamientos estéticos, maximizando los efectos de los boosters y prolongando la duración de los resultados.
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NAD⁺ y boosters dérmicos: una sinergia poderosa
Los boosters dérmicos son fórmulas avanzadas diseñadas para estimular y nutrir a la piel desde sus capas más profundas. Su eficacia depende, en gran medida, de la capacidad de las células para aprovechar los activos bioestimulantes. Aquí es donde el NAD⁺ cobra protagonismo.
Con un adecuado nivel de NAD⁺, la piel no solo tiene mayor energía para responder al estímulo de los boosters, sino que también mejora la reparación de tejidos y optimiza la síntesis de colágeno y elastina. En otras palabras, el NAD⁺ actúa como un amplificador natural que hace que los boosters deriven en resultados más visibles, seguros y duraderos.
Innovación y futuro: enzimas en boosters
En Lemoshe entendemos que la medicina estética no se detiene y que los médicos necesitan productos cada vez más respaldados por la ciencia. Por eso, todos nuestros boosters cuentan con registro INVIMA y están diseñados para trabajar en sinergia con los procesos naturales de la piel.
Y esto es solo el comienzo: muy pronto compartiremos noticias sobre la incorporación de enzimas en nuestros boosters, un avance que llevará la bioestimulación a un nuevo nivel. Estas enzimas potenciarán aún más la acción del NAD⁺, facilitando procesos de regeneración celular más rápidos y efectivos.
En conclusión
El NAD⁺ es un pilar esencial en la eficacia de los boosters dérmicos, ya que impulsa la energía celular, favorece la reparación de tejidos y optimiza la respuesta cutánea a los tratamientos. Con el respaldo de productos avalados y con registro sanitario como los de Lemoshe, los médicos esteticistas pueden ofrecer a sus pacientes procedimientos seguros, innovadores y con resultados que marcan la diferencia.
La ciencia detrás del cuidado de la piel evoluciona constantemente. Y en Lemoshe, queremos que siempre estés a la vanguardia.